El Morrión resiste al tiempo (III – 2ª parte): La Milicia Negra libre de la Norteamérica Española

Como decíamos en la primera parte, en 1740 se produce el Asalto al Fuerte Mosé, englobada en la contienda que enfrentaba a España e Inglaterra en la Guerra del Asiento (también llamada, la Guerra de la Oreja de Jenkins). La misma en que nuestro admirado Blas de Lezo les dio estopa en Cartagena de Indias. Pero no nos desviemos del tema. El primer asentamiento de hombres y mujeres libres de raza negra de América, eso fue el Fuerte Mosé. ¿Que acontecimientos llevaron a éste feliz término?

La cercanía geográfica de las colonias inglesas de Carolina del Sur (al norte) de la Florida Española propició un fenómeno que es poco conocido: el establecimiento de un verdadero santuario de libertad para las mujeres y hombres negros que huían de la esclavitud británica.

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Es de todos conocidos, que en aquella época, también en las posesiones de España era legal la esclavitud, que aún pasarían muchos años antes de ser abolida. Sin embargo las condiciones de los esclavos británicos y españoles no eran las mismas, ni siquiera eran parecidas.

El régimen de (por decirlo fino) servidumbre español permitía, por ejemplo, que los esclavos tuvieran dinero propio y pudiera ahorrarlo para comprar su libertad, se les autorizaba a llevar a sus señores ante los Tribunales, e impedía que se rompieran familias por motivos de venta. Constituía, en definitiva, un sistema más benigno que finalmente llegó a oídos de los esclavos que padecían el riguroso y penoso hasta el límite ordenamiento británico.

Ya hacia 1668 se corrió la voz por los campos de Carolina del Sur que San Agustín, en la cercana Florida Española, era un santuario para aquellos que tuvieran el arrojo de escapar del yugo británico. Y más teniendo en cuenta las terribles consecuencias si la empresa no tenía éxito. Tuvieron que transcurrir casi veinte años, hacia 1687, y muchos intentos infructuosos, para que llegara el primer grupo de fugitivos, compuesto por ocho hombres, dos mujeres y un niño. El goteo fue a partir de entonces incesante, hasta llegar a cifras cercanas a la centena. Que igual parecen pocos pero en un territorio basto y despoblado como aquel, cien personas era toda una multitud.

De la política española de acogida queda testimonio en la cédula otorgada 1693 por el Rey Carlos II, que estaría hechizado pero aquí se comporto muy cabalmente que expresaba su voluntad «dando libertad a todos, tanto a los hombres como a las mujeres, sea ello ejemplo de mi liberalidad y dé lugar a que otros hagan lo mismo».

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Y Aunque ya se venía produciendo un goteo de esclavos fugitivos hacia la plaza española, fue la llegada de una vez de más de cien de ellos en 1738, lo que dio lugar al establecimiento de una población fortificada que llamaron Fuerte Mose, unos pocos kilómetros al norte del Castillo de San Marcos: Se llamo el fuerte de ‘Gracia Real de Santa Teresa de Mose‘. En la línea de abreviar que teníamos los españoles entonces. Fue el primer lugar, en lo que hoy son los Estados Unidos, en que los negros pudieron vivir en libertad. No es baladí.

No hay duda de que la existencia de hombres libres de raza negra bajo el régimen español alentó que se constituyera aquella comunidad de Santa Teresa de Mose, que fue, según han escrito Katlheen Deagan y Darcie MacMahon, un símbolo de esperanza para muchos africanos de la colonia inglesa.

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Incrementándose constantemente el número de quienes escapaban de las plantaciones esclavistas de Carolina, el Gobernador de San Agustín,  Manuel de Montiano ordena constituir bajo bandera de España, una Milicia Negra, con oficiales de la propia raza. Transcurre el año de 1738. Los lidera el Capitán Francisco Menéndez, en otro tiempo esclavo evadido, y con buenos conocimientos militares. La Milicia Negra es una fuerza operativa y capaz, habida cuenta de que su calidad de veteranos fugitivos les había dado un buen conocimiento de la zona, mientras que su condición de antiguos esclavos, los hacía valientes y con resuelta voluntad de vencer, para no volver jamás a la servidumbre.

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El nuevo fuerte consistía en una iglesia, una muralla con varias torres y unas veinte casas habitadas por mas de un centenar de personas.

Como decíamos, al comenzar la Guerra del Asiento en 1739, el general James Oglethorpe, Gobernador de Georgia, animado por ciertas incursiones exitosas en la frontera, decidió organizar una importante expedición para capturar San Agustín a los españoles. Tropas regulares de Carolina del Sur y Georgia, voluntarios de la milicia, unos 600 aliados indios Creek y Uchise y unos 800 esclavos negros como auxiliares, componían la expedición, que era apoyada desde el mar por siete barcos de la Real Armada Británica.

Manuel de Montiano, que sólo disponía de unos 600 hombres incluyendo algunos refuerzos llegados recientemente desde Cuba, se vio forzado a resistir atrincherado, aunque en algunas ocasiones atacó las líneas británicas por sorpresa para minar la moral inglesa.

Al acercarse a San Agustín, una columna británica al mando del coronel John Palmer, compuesta de 170 hombres rápidamente ocuparon Fuerte Mosé, situado en una posición estratégica. El fuerte había sido previamente abandonado por decisión del Gobernador español que no podía dispersar sus limitadas fuerzas.

Montiano, que sin embargo sabía de la importancia estratégica del fuerte, decidió recobrarlo llegado el momento con el factor sorpresa de su parte. Fue durante la noche del 25 de Junio, el Capitán Antonio Salgado se puso al frente de tropas regulares españolas, esclavos liberados mandados por Francisco Menéndez e indios amigos en un ataque por sorpresa a Mosé. El asalto comenzó antes de despuntar el alba, como las encamisadas de los Tercios Viejos, y cogieron a los británicos durmiendo. Muchos de ellos no despertaron ya. Otros murieron valientemente en combate cuerpo a cuerpo.

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La victoria española en Fuerte Mosé desmoralizó a las fuerzas británicas y supuso un factor significativo en la retirada de Oglethorpe. A finales de junio San Agustín fue reforzado desde La Habana y los barcos de la Real Armada Británica abandonaron a sus fuerzas terrestres. El Gobernador Montiano felicitó a la Milicia Negra por su valentía y arrojo. Como el Fuerte Mosé había quedado destruido durante el asalto sus habitantes se instalaron en San Agustín durante la siguiente década como ciudadanos libres e iguales. Y corría el año 1740…

El Camino Español

1ª parte: El Morrión resiste al tiempo (IIIa): Presente en los símbolos del ejército de los USA

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